La Juventus de Turín se llevó la victoria de Mestalla contra el Valencia al imponerse por 0-2, gracias a 2 penales transformados por el bosnio Miralem Pjanic, a pesar de jugar en inferioridad numérica durante más de 1 hora por la expulsión con roja directa de Cristiano Ronaldo.
Los italianos fueron muy superiores en los primeros 25 minutos, en los que dispusieron de claras ocasiones para marcar, pero el partido entró en una extraña dinámica después de la expulsión del delantero
portugués.
Un penal en el último minuto del primer tiempo y otro apenas reiniciado el partido dieron una ventaja a los italianos, que no desaprovecharon, pese a jugar con 10, y que enfrió el ánimo local.
El portugués dio con el antebrazo en la cara a Murillo en la carrera de desmarque y posteriormente lo agarró del pelo en el suelo. El árbitro consultó con su asistente de fondo y decretó la roja directa para el astro portugués, que incrédulo se lanzó al suelo llorando, mientras Mestalla lo celebraba.
Marcelino tiraba de todo su arsenal ofensivo con los cambios, pero ni aún así el Valencia encontró el gol que le abriera las puertas de la esperanza. Ni siquiera con un penal en el tiempo de prolongación, fallado por Parejo.