En medio de la amenaza que representa el huracán Florence, el sureste de Estados Unidos recordó ayer la muerte de 92 personas y la devastación en los Cayos de Florida causadas por el ciclón Irma, que tocó tierra hace un año en el extremo sur del país.
Tras su paso por el Caribe, donde dejó 37 muertes directas, Irma provocó en Florida una de las mayores evacuaciones que se recuerde, con 6 millones de personas que abandonaron las zonas costeras.
Este enorme ciclón llegó a EE. UU. convertido en categoría 4, y la ciudad de Miami, que se encontraba en su patrón de trayectoria del Centro Nacional de Huracanes, pero gracias a un desvío hacia el oeste de última hora, la ciudad floridana no tuvo males mayores.
En cambio, Irma tocó tierra el 10 de septiembre de 2017 cerca de Cudjoe Key, en los Cayos de Florida, con vientos que rondaron los 215 kilómetros por hora, y siguió su recorrido por la costa noroeste de Florida, para luego cruzar la península y desplazarse hacia Georgia y Carolina del Sur.
Florida fue afectado por los vientos, marejadas, inundaciones, una veintena de tornados y apagones, que causaron 77 muertes, entre ellas 12 en un centro de cuidado de adultos mayores.
Miami, EFE