Prosigue el sueño en Francia, convertida en una fiesta desde la victoria en el pasado Mundial, entregado a unos jugadores que, guiados por un brillante Kylian Mbappé, prolongaron la celebración contra Holanda (2-1), en su reencuentro con el público galo, en el segundo duelo de la Liga de Naciones. El atacante de 19 años está decidido a dejar su huella en la Selección, y firmó una actuación cargada de ambición, que puso patas arriba la defensiva apuesta de Ronald Koeman frente a los
campeones del mundo.
Abrió el marcador en el 14’ y, después del empate logrado por Ryan Babel en el 67’, fue Olivier Giroud quien cogió el relevo en el 75’, cuando en las gradas se preparaba su sustitución por Ousmane Dembelé, el público murmuraba su nombre y se disponía a firmar su undécimo partido sin marcar, demasiado para el 9 de la
campeona del mundo.
Se salvó de la quema para que la celebración fuera completa, porque con un segundo empate después del Mundial de Rusia habría quedado ensombrecida, al igual que la majestuosa actuación de Mbappé.El duelo marcó la distancia que hoy existe entre una Holanda que busca salir del naufragio (segunda derrota en seis duelos) y una Francia que navega con las velas hinchadas por el viento de Rusia.
*Con información de París, EFE