Se sabía que Stanley Kubrick había escrito una adaptación de la novela del austriaco Stefan Zweig, Brennendes Geheimnis (Ardiente deseo), en 1956. El material se daba por perdido, pues no se encontró en sus archivos, hasta que ahora Nathan Abrams, profesor de cine de la Universidad de Bangor (Gales), lo presenta al mundo.
Fascinación viva
Descubrir este guion es dar con “una pieza perdida del rompecabezas” de un director que continúa fascinando 20 años después de su muerte, indica Nathan Abrams. El texto estaba en poder de uno de los hijos de un colaborador de Stanley Kubrick, quien contactó directamente al experto tras darse cuenta de su significado.
Hilo conductor
El guion es descrito como Lolita a la inversa. “Se podría decir que quizá este texto impulsó su interés por Lolita. Creo que los temas del matrimonio, la fidelidad, el adulterio y el triángulo freudiano entre madre, hijo y padre son lo que lo atrajeron de ambos proyectos”, valora Abrams.
Ardiente deseo relata cómo un hombre se acerca a un niño de 12 años para entablar una relación con su madre, objeto último de sus anhelos. “Nadie sabe exactamente por qué se abandonó. Quizá no era lo suficientemente complejo”, explica el profesor, aunque las leyes de producción de Hollywood sobre lo que se podía mostrar en pantalla podría justificarlo.
Abrams afirma que podría dibujar un hilo conductor desde Ardiente deseo hasta Lolita, Barry Lyndon, The Shining y, por supuesto, Eyes Wide Shut. El material consta de unas 100 páginas, y piensa que sería posible que alguien rodara un largometraje. Asegura que “solo Kubrick debería filmar un guion de Kubrick”, pero precisa que eso no significa que no se pueda hacer una película a partir del texto.
