Los líderes de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) concluyeron ayer una cumbre de 2 días, marcada por los desacuerdos de los aliados con el presidente estadounidense, Donald Trump, con el mensaje de que la entidad sale fortalecida y comprometida con el gasto militar.
“Todos los aliados están comprometidos con la OTAN, y, a pesar de nuestras diferencias, estamos haciendo más juntos por nuestra seguridad”, expresó el secretario general, Jens Stoltenberg.
Esta segunda reunión específica, en la que ha participado Trump desde que es presidente de EE. UU., vino precedida de los “desacuerdos” con los europeos y Canadá en áreas como el comercio o el cambio climático, como recordó Stoltenberg, lo que no les ha impedido clausurar un cónclave de “éxito” y en el que lograron cerrar decisiones.
En esta ocasión, el político noruego indicó que los países captaron “alto y claro” el mensaje en el que el mandatario norteamericano insistió en que Estados Unidos está pagando de más por la seguridad de los europeos, y que ahora corresponde a estos y a Canadá cumplir “inmediatamente” con la meta de invertir el 2 % de su Producto Interno Bruto en defensa.
“Tras años de declive, ahora se están añadiendo miles de millones” al gasto en defensa, destacó Stoltenberg.
La primera ministra británica, Theresa May, recordó que su país ya cumple con el objetivo del 2 %, algo que, según la OTAN, alcanzará un total de 8 aliados este año. El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió la “transformación” de la alianza en los últimos años y la necesidad de “tener una OTAN creíble para nuestra defensa colectiva”. Bruselas, EFE