El Gobierno de Panamá creó una comisión de alto nivel para atender las necesidades de los afectados por un envenenamiento masivo, a causa de un medicamento distribuido por el Seguro Social hace más de una década, y por el que han muerto centenares de personas.
La instancia está integrada por los ministerios de Salud, de Desarrollo Social, de Educación y de Trabajo, cuyo titular de este último, Luis Ernesto Carles, la presidirá, informó la Presidencia del país centroamericano. Esta comisión sostendrá reuniones periódicas con el Comité por el Derecho a la Salud y a la Vida, que agrupa a las víctimas del envenenamiento con dietilenglicol, “a fin de poner toda la fuerza del Estado para brindarles la atención requerida”, indicó el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.
El ente interinstitucional fue creado el martes último durante una reunión del Consejo de ministros, en la que fue recibido el representante del comité de víctimas, Gabriel Pascual.
“Lo que estamos buscando es cómo mejorar la calidad de vida de las víctimas, independientemente sean o no miembros del comité. Ese es el compromiso del señor Presidente y de nuestra organización”, expresó Pascual. En 2003, la Caja del Seguro Social panameña compró cerca de 9 mil kilos de supuesta glicerina pura a la empresa Medicom, que a su vez adquirió la mercancía a la farmacéutica española Rasfer Internacional S.A., que la trajo desde China.
Con esa supuesta glicerina pura, el Seguro Social elaboró un jarabe para la gripe que resultó no ser apto para el consumo humano.
Las autoridades sanitarias distribuyeron por el país más de 200 mil frascos del “jarabe de la muerte”, pero no fue hasta 2006 cuando se empezaron a identificar los primeros casos de envenenamiento.