Algunos tienen menos de 5 años y dicen su nombre con dificultad, pero eso no exime a los niños separados de sus padres en la frontera de los Estados Unidos con México de comparecer ante un juez de Inmigración, en muchos casos sin un abogado.
La imagen de estos menores solos ante la Justicia es una escena cada vez más frecuente en las cortes de inmigración de todo EE. UU.
“Son niños tan pequeños, que cuando les preguntas ¿Cómo se llama tu papa?, ellos responden: ‘papá’, y ¿tu mama?: ‘mamá”, dijo a EFE Yliana Johansen-Méndez, abogada del Immigrant Defenders Law Center, con base en Los Ángeles.
La presencia de pequeños solos frente a un juez no es algo nuevo, pero sí lo es que los convocados a las audiencias sean niños de tan corta edad como 1, 2 o 3 años.
“Antes teníamos jóvenes de 14 o 15 años que podían explicar a la corte sus casos; sin embargo ahorita, con las separaciones familiares que tuvimos en la frontera, estamos teniendo más casos de menores que apenas sí pueden decir su nombre”, indicó la profesional.
Desde abril pasado, como parte de la política de Tolerancia cero con la emigración ilegal que sigue la administración del presidente Donald Trump, los niños son separados de sus padres nada más al cruzar la frontera con México.
En medio de una ola de indignación popular por esas separaciones, un juez de California ha ordenado al Gobierno que entregue a los cerca de 3 mil infantes separados a sus progenitores y ha fijado plazos para ello, que en el caso de los 102 menores de 5 años se cumple hoy.
“Sin sus padres, sin un familiar a su lado, sin un abogado, estos niños están realmente solos”, comentó la abogada, quien ha representado a varios de estos menores en la Corte.
Buscan solución
Los gobiernos del Triángulo Norte de Centroamérica y México trabajan en una política migratoria integral que proteja a la niñez. Los cancilleres de ese bloque y el mexicano se reunirán hoy con la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., Kirstjen Nielsen, para tratar el tema.