Los doce escolares y el monitor, atrapados en una cueva del norte de Tailandia desde hace once días, iniciaron ayer las lecciones aceleradas de aprendizaje de natación y buceo, la única manera de abandonar la gruta.
Un grupo de diez soldados, liderados por un médico militar, se encuentran con el grupo para evaluar la evolución de sus condiciones físicas.
Un nuevo vídeo publicado por la Marina tailandesa muestra a los niños dentro de la cueva, visiblemente delgados y arropados con mantas térmicas, pero saludando e incluso riendo.
“La condición de la mayoría de ellos es buena. Están cansados y necesitan un tiempo para reponerse. Además, algunos de ellos no saben nadar y hay que enseñarles cómo bucear. Debemos hacer todo lo posible para sacarlos” de la guarida subterránea, declaró a EFE Weerachon Sukondhapatipak, portavoz del Gobierno.
Durante la jornada del miércoles, la ausencia de precipitaciones ha abierto las esperanzas de una pronta operación de rescate dentro de la cueva, situada en el parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en la norteña provincia de Chiang Mai.
Además, el incesante trabajo de unas 20 bombas de extracción de agua drenan unos 10 mil litros por hora de los pasadizos inundados, precisó uno de los miembros rescate.
La única salida
“Bucear es la única salida (…) hay que intentarlo antes de la llegada de las lluvias, después será más complicado”, dijo a EFE el alemán Torsten Lechler, asesor técnico en las operaciones.