El reto de ganar Roland Garros y Wimbledon el mismo año, por tercera vez, y de paso igualar con el sueco Bjorg Borg, comenzó ayer para el español Rafael Nadal, que con una victoria frente al israelí Dudi Sela, por un doble 6-3 y 6-2, abrió su campaña en el All England Club.
Nadal saltó a la pista central, la misma en la que antes Garbiñe Muguruza se había deshecho de la británica Naomi Brady (6-2 y 7-5), para imponerse a Sela, de 33 años, y 127 del mundo, en 1 hora y 50 minutos, y colocarse en la segunda ronda por duodécima vez en su participación 13 en este torneo, el cual ha ganado en 2 ocasiones (2008 y 2010) y con el que suma ya 53 intervenciones en el Grand Slam.
El jugador de Kiryat Shemona tenía una papeleta complicada, pues además de no haberle ganado a Nadal en las dos ocasiones anteriores, Abierto de Australia 2015 y Miami 2017, llevaba 3 derrotas consecutivas en primera ronda en los 3 últimos Grand Slams en los que había competido, y solo ha ganado 1 de los últimos 6 partidos que ha disputado recientemente.
Con estos números, Sela no pudo parar a un Nadal concentrado, que solo perdió 1 vez su servicio y rompió el del israelí en 6 ocasiones, y que ganó 24 puntos en la red de 29 acercamientos.
Ahora el español se medirá en segunda ronda con el ganador del encuentro entre el canadiense Vasek Pospisil y el kazajo Mihail Kukushkin.
“Es especial jugar aquí en esta pista, y estoy feliz por ganar este encuentro”, dijo Nadal.
“Hay tiempo incluso para mejorar, pero es importante empezar así”, aclaró. “Fui a la red y he tenido oportunidades con mi derecha. Por momentos mi servicio estuvo bien”, observó sobre su juego. “La primera ronda nunca es fácil en ninguna superficie, pero sobre todo aquí en hierba”, matizó.
“Lo importante es vencer”, dijo sobre la necesidad de ahorrar energías. “Nunca se sabe qué es mejor; sucede también en Roland Garros. No importa la manera, toda victoria da confianza”, finalizó.