El portero de la Selección de Egipto Essam el Hedary, una leyenda del futbol árabe y africano, se convirtió en el jugador más viejo en disputar un partido en un mundial en la derrota de ayer 1-2 frente a Arabia Saudita, un encuentro que significó la despedida de ambos equipos de Rusia 2018, al no clasificar para los octavos de final.
Apodado la gran presa, el cancerbero de 45 años, 4 meses y 9 días supero el récord establecido el pasado mundial por su colega colombiano Faryd Mondragón, con 43 años y 3 días
Nacido el 15 de enero de 1973 en la pequeña población de Kafr al Battikh, el Hedary es, además, el jugador árabe y africano más laureado, con 4 entorchados continentales y 8 ligas egipcias, 4 Copas de Egipto, 4 Supercopas de Egipto y 4 Ligas de Campeones de África. > Volgogrado – EFE