Uno de los pilares de la sociedad es la familia; su unión produce mejores padres, hijos y ciudadanos. La separación de los hijos de sus padres, sin consentimiento, produce fuertes cargas psicológicas que pueden dejar marcas por el resto de la vida, en especial para los pequeños.
Tomando en cuenta el tema de la niñez, el Gobierno que preside Jimmy Morales emitió su postura en la que lamenta, condena y rechaza la política migratoria que está impulsando Estados Unidos. Lo anterior, porque se considera que viola los derechos humanos y desune a la familia de los compatriotas en esa nación del Norte, como lo declaró la canciller Sandra Jovel.
Precisamente por medio de esa cartera se le solicita al Gobierno estadounidense reconsiderar sus políticas migratorias y buscar acciones que puedan garantizar sus objetivos, pero sin el atropello de los derechos de los migrantes ni vulnerar la unidad familiar.
Los 19 consulados de Guatemala en EE. UU. tienen órdenes de brindar apoyo a los connacionales, especialmente en los temas de la niñez migrante no acompañada y el plan Cero Tolerancia.
Otra importante arista, siempre del mismo tema de la separación de los hijos de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos, es que existe la posibilidad de ser abordado con el vicepresidente de esa nación, Mike Pence, durante su visita a nuestro país la próxima semana. En ese sentido, el vicepresidente guatemalteco, Jafeth Cabrera, lamentó que no se haya dado una respuesta de ese país respecto del TPS para nuestros compatriotas.
Lo que es determinante en ese tema es garantizar el bienestar de los niños migrantes, tal y como lo han hecho los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de la República, que solicitarán a la Corte Interamericana de Derechos humanos que verifique la situación de estos pequeños migrantes, que recientemente fueron separados de sus padres en la frontera entre México y Estados Unidos.