Hay un proverbio que dice que cuando una persona tiene una edad avanzada y cinco amigos, debe sentirse dichosa. Si lo vemos metafóricamente con Guatemala, en tiempos de esta tragedia, diremos que nuestro país se siente más que dichoso por tener muchísimos países amigos, solidarios.
La ayuda internacional está fluyendo todos los días. El fin de semana no fue una excepción, ya que hubo apoyo de médicos de otros países amigos que se unieron a la causa. Tal es el caso de la República de Japón, que donó 6 toneladas de ayuda humanitaria para las víctimas de la erupción volcánica ocurrida el domingo 3 de junio.
Este país, conocido como del Sol Naciente, siempre ha estado cerca de Guatemala. Por ejemplo, ha capacitado a 70 connacionales en el tema de la prevención de desastres, experiencia de mucha utilidad.
La Embajada de Japón también hizo el donativo de 450 carpas, 200 mantas y 10 generadores de electricidad, que, de seguro, serán de mucha utilidad para los damnificados. Es importante destacar las palabras del embajador Tomohiko Furutani, quien, además de expresar sus condolencias, añadió que es muy duro levantarse de tragedias como la que nos está sucediendo, pero que con la unión y fortaleza “Guatemala se levantará”.
Por otro lado, un país hermano centroamericano, Honduras, donó mil raciones de alimentos, 500 kit de higiene personal, 500 para uso de recién nacidos, 500 frazadas, 500 juegos de utensilios de cocina, 80 cajas de arroz, ropa, agua pura, entre otros.
Israel continúa apoyando a los damnificados. En esta ocasión, representantes de la embajada de ese país en Guatemala han tenido reuniones para dar a conocer los aportes de esa nación en materia de prevención y respuesta.
Poco a poco, las naciones, tanto las cercanas como las lejanas, pero hermanadas en la solidaridad, han ido trayendo los aportes de Gobiernos, ciudadanos y diferentes organizaciones, para apoyar a quienes han padecido esta tragedia.