Hace no menos de 40 años, de la imaginación de George Lucas salió la primera entrega Star Wars, una de las sagas más taquilleras de la historia. Sin embargo, el afán de explotar la trama encontró una piedra en el camino con Solo: A Star Wars Story.
Malos números
En su primer fin de semana en los cines, Solo: A Star Wars Story recaudó solamente US $143 millones (Q1 mil 68 millones) en el mundo, teniendo en cuenta que se estrenó en todos los grandes mercados, a excepción de Japón.
Para la gran mayoría de películas la cifra sería un éxito, pero en el caso de Star Wars es un resultado que queda muy lejos de las expectativas de Disney, que esperaba conseguir US $150 millones (Q1 mil 120.5 millones) solo en la taquilla estadounidense, aunque finalmente recolectó US $83 millones (Q620 millones).
Insípida
Pese a las proyecciones de la productora, el bajo resultado en taquilla ya se preveía al conocerse las opiniones mayoritariamente negativas de la crítica luego de los dos preestrenos de la película. De “insípida” la calificó el británico The Guardian, de “poco sorprendente”, la revista Esquire, y el diario francés Le Monde señaló que es “el vacío estelar”.
Los menos negativos fueron Variety, que indicó que el fruto era mucho mejor de lo que aventuraba su caótico rodaje; y The Hollywood Reporter, que alabó la energía del equipo.
Originalmente, Lucas ideó tres trilogías, que se completarán el año próximo con el estreno del capítulo IX. Mas, Disney decidió que el interés por la saga merecía seguir explotando la gallina de los huevos de oro y se inventó los spin-off.
El primero en llegar a las salas fue Rogue One, en 2016. Pese a que las críticas la masacraron, los espectadores respondieron e hicieron del filme el más taquillero del año, con una recaudación de US $1 mil 56 (Q7 mil 888.3 millones). No parece que Solo vaya a superar esa cifra, lo que podría ser un indicio de que la saga galáctica ha tocado techo.