El invierno ha comenzado. Y aunque el agua ayuda a las cosechas, también trae sus consecuencias, especialmente cuando se trata de lluvias excesivas. En estas primeras precipitaciones, que se han registrado en casi la totalidad del territorio guatemalteco, se han reportado ya más de
5 mil afectados, 200 evacuados, 772 atendidos, 115 damnificados, 28 albergados y 19 viviendas afectadas. En el caso de la infraestructura, un puente ha sido dañado, 6 carreteras afectadas, 3 viviendas están en situación de riesgo, 27 viviendas con daños severos y 79 viviendas afectadas.
El Gobierno ha habilitado los primeros albergues en Chicacacao, Suchitepéquez y Quetzaltenango, para darle protección a quienes han sido afectados por estas primeras lluvias.
Es importante tomar en cuenta que, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), se prevé que las lluvias sigan en todo el territorio nacional.
También se debe dar a conocer que los mayores acumulados de lluvia han sido en lugares como la Bocacosta, Suroccidente y Meseta Central, así como en el norte de Huehuetenango y el sur de Petén.
Los guatemaltecos debemos tomar en cuenta que en ciertos lugares se pueden dar mayores acumulados debido a la saturación de los suelos, por crecidas de los ríos, deslizamientos, deslaves y deslizamientos de lahares de la cadena volcánica de nuestro territorio.
De acuerdo con la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), la temporada de huracanes comenzó el pasado 15 de mayo y se prevé, de acuerdo a los pronósticos preliminares, una actividad ciclónica normal, en la que podrían formarse 14 tormentas tropicales y 8 huracanes, establecido por la Agencia Nacional para la Atmósfera y el Océano de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Por ello es importante que la población esté informada, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, y que además evite estar cerca de ríos, laderas y lugares que se consideren de riesgo.
