La campaña para los comicios presidenciales en Venezuela entró ayer en su recta final con el Consejo Nacional Electoral (CNE) a la cabeza del proceso, mientras que la Iglesia católica, agrupaciones políticas y Gobiernos extranjeros insisten en pedir la suspensión de la contienda que se celebrará este domingo.
El CNE, un ente del que desconfía la oposición venezolana, realizó este lunes auditorías a las máquinas que se usarán el día de las votaciones y explicó que durante esta semana se cumplirán fases de prueba de toda la logística que requiere el llamado a las urnas.
Vigilar
El ente electoral recibió al candidato opositor Henri Falcón que, durante una reunión con autoridades militares, pidió vigilar la transparencia e imparcialidad de los comicios e instó a la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, a “hacer su trabajo” y frenar los “abusos” del presidente y candidato a la reelección, Nicolás Maduro.
“Hemos denunciado un hecho inaudito en cualquier país, y es que el candidato del Gobierno en sus discursos, en cadena nacional (de radio y televisión), le dice a la gente que está dispuesto a comprar los votos”, apuntó Falcón en su cuenta de Twitter, una vez culminada la reunión. EFE