En Guatemala, los medios de comunicación impresos están íntegramente incorporados a la era digital, por lo que son ahora mucho más ágiles, eficientes y visualmente más atractivos.
El protagonista en la era de los medios impresos ha sido el tipógrafo, que aparece en 1450, cuando Johannes Gensfleisch construye la primera imprenta con caracteres móviles, en el mundo occidental. En el oriental, la imprenta había aparecido unos 700 años antes (c. 750 A. D.).
El precursor del tipógrafo fue el escriba, intelectual que apareció con la invención, alrededor de 3500 AC, de la escritura.
En la Edad Media, copiar un libro era una hazaña. “Un monje trabajando solo tardaría posiblemente un año en copiar la Biblia”, dice Anne Freemantle, en La Edad de la Fe.
La invención de Gensfleisch (también llamado Gutenberg) remplazó al escriba y al copista por el tipógrafo, capaz de hacer una página en una plancha de metal para que la impresora la reprodujera con gran celeridad. “Un solo impresor de oficio podía producir 300 páginas en un solo día”, dice Robert O’Brian.
La imprenta permitió realizar el proyecto de los filósofos de la ilustración: la Enciclopedia, concebida para desterrar la ignorancia: De 1750 a 1772 se imprimieron 20 volúmenes, con materiales escritos de 200 eminencias intelectuales de la época.
Introducida en Guatemala en 1660 por Fray Payo Enríquez de Rivera, y puesta en marcha por el tipógrafo José de Pineda Ibarra, la imprenta prestó servicios durante tres siglos. Ejemplares de esa imprenta, máquinas robustas, poderosas y duraderas (como destinadas a la eternidad), pueden apreciarse en el Museo de la Tipografía Nacional. La rotativa off set, inventada alrededor de 1900, reemplazó a la imprenta de Gutenberg. Ahora, se ordenaban elementos gráficos para obtener una fotografía en una placa metálica, en una cámara fotográfica gigantesca. La placa obtenida se instala sobre un rodillo giratorio y una vez usada, puede ser reemplazada. En este proceso se utilizaban textos, cuchillas, tape y un pegamento especial (rubber cement) para componer las páginas. Con la digitalización de la imagen, desaparecieron las cuchillas, el tape, el rubber cement y la cámara fotográfica gigantesca, pues ahora la placa fotosensible se obtiene en forma completamente computarizada.
