No cabe duda de que ayer fue un día muy importante para la historia de nuestro país, pues los guatemaltecos demostramos, por medio del sufragio, que “sí” queremos que el diferendo territorial entre Guatemala y Belice sea resuelto por la Corte Internacional de Justicia.
Los informes del Tribunal Supremo Electoral arrojaron datos contundentes respecto de quienes votaron a favor, en un ambiente cívico en el que algunos llegaron con sus familiares.
Desde muy temprano y a pesar de que el domingo amaneció lluvioso, con nubes grises y, en algunos puntos, con un poco de viento, los ciudadanos convencidos de hacer valer sus derechos se dirigieron a los centros de votación con paraguas, chumpas y ponchos.
Todo transcurrió de manera ordenada y sin ningún hecho qué lamentar. Desde los trabajadores de diferentes gremios, funcionarios, deportistas, hasta artesanos; en bicicletas, automóviles, buses, o a pie; en familia, con amigos o en solitario, cada quien, con su Documento Personal de Identificación, se acercó a la mesa correspondiente.
El presidente Jimmy Morales y la primera dama emitieron su sufragio desde muy temprano, al igual que el vicepresidente Jafeth Cabrera, los ministros y otros funcionarios, así como políticos, periodistas, deportistas, gente del arte, etcétera, llegaron a depositar su voto hasta que fueron cerradas las urnas, a las 18:00.
Cada uno cumplió con su rol establecido. Por ejemplo, el Ejército de Guatemala desplegó 4 mil 500 soldados a las zonas fronterizas para evitar que surgiera algún inconveniente; además, como parte de cooperación interinstitucional, realizaron operativos en departamentos norteños del país.
La Policía Nacional Civil tuvo un despliegue de 39 mil elementos, que brindaron seguridad a los 2 mil 728 centros de votación, los cuales fueron instalados en 340 municipios. También hizo cumplir a plenitud la Ley Seca, la cual inició el sábado a las 12
horas y finalizó hoy a las 6 de la mañana.