La República de Guatemala nació en el primer día de la primavera de 1847. El presidente Rafael Carrera firmó el Decreto No. 15, con el cual se funda la nueva entidad política, el 21 de marzo, fecha en la que en el hemisferio norte marca el tránsito del invierno a la primavera.
Por consiguiente, es un hecho, y no solamente una bella metáfora, que la República surgió en la estación florida del año, lo cual pudo ser un buen augurio para los destinos del nuevo Estado.
Sin embargo, el devenir histórico que siguió a este hecho no ha sido una sinfonía primaveral, sino más bien un poema sinfónico en el que se entrelazan episodios heroicos y trágicos, en un contrapunto constituido por la alternación en el poder de liberales y conservadores.
El mismo Rafael Carrera se adscribió a la facción conservadora, después de precipitar, en 1844, la caída de Mariano Gálvez, de la facción liberal. El 2 de febrero de 1851, Carrera derrota a un ejército “unionista”, en la batalla de La Arada. Fue este uno de los últimos enfrentamientos que se produjeron en Centroamérica como consecuencia de las diferencias políticas entre los que aspiraban a la unificación y los que preferían la constitución de nuevos países independientes.
En 1851, una asamblea promulga el Acta Constitutiva, texto de 18 artículos.
El diputado Pedro Aycinena dijo que el documento no reconoce división de poderes: “No hay más que un solo poder, del cual es jefe supremo el Presidente”.
De acuerdo con el doctor Jorge Mario García Laguardia, el Acta legaliza el nuevo programa: fundación del país (ratificación de la disolución del pacto federal), reconocimiento de mayorazgos, pago de diezmos a la Iglesia, concordato con la Santa Sede (fortalecimiento de la Iglesia).
La constituyente nombró gobernante a Carrera por un período de cuatro años, y luego lo declaró “Presidente vitalicio”, una seductora condición a la que ulteriores gobernantes han aspirado sin éxito.
Antecedentes
En 1804, el emperador Napoleón Bonaparte invade España, instaura como rey a su hermano José Bonaparte e impone la Constitución de Bayona.
En todos los territorios americanos de España, como el Reino de Guatemala, surgen movimientos independentistas.
El 15 de septiembre de 1821, el Reino de Guatemala rompe sus nexos con España. Ulteriormente, el antiguo reino se transforma en la Federación de Provincias Unidas de Centro América.
La Federación sucumbe ante las discrepancias entre las provincias, y cada una de ellas se convierte en un nuevo Estado.