El Reino Unido aspira a alcanzar un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), que permita a sus bancos continuar ofreciendo servicios financieros en los países comunitarios tras el brexit, sostuvo hoy el ministro de Economía británico, Philip Hammond.
En un discurso en la sede del HSBC en la City de Londres, el corazón económico de la capital británica, Hammond aseguró que la “fragmentación” del poder financiero del Reino Unido no beneficiaría a otras plazas europeas, sino a centros internacionales como Nueva York, Singapur y Hong Kong.
Hammond criticó a los “escépticos” que consideran imposible incluir el acceso a servicios financieros en un acuerdo de libre comercio basándose en que “no se ha hecho nunca antes”.
Deben avanzar
Por contra, sugiere que Londres y Bruselas deben avanzar hacia un acuerdo a medida que tenga en cuenta los intereses particulares del Reino Unido y considera que cualquier pacto que no contemple el acceso al mercado europeo de bancos, aseguradoras y otras entidades financieras no sería “justo y equilibrado”.
“Quiero dejar claro que no solo es posible incluir servicios financieros en un acuerdo comercial, sino que es del interés mutuo hacerlo”, defendió. En el Reino Unido, el sector financiero da trabajo a 2.2 millones de personas, genera unos 70 mil millones de libras al año en impuestos para las arcas públicas (78 mil 400 millones de euros) y representa el 24 % de la actividad financiera de la Unión Europea, según datos divulgados por la London School of Economics (LSE).