A un lado la historia y al otro el precipicio. Así se presenta la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones entre el París Saint-Germain y el Real Madrid, con ligera ventaja para los madridistas por el 3-1 de la ida y con los franceses desprovistos de su máxima estrella, el brasileño Neymar.
La historia quedará por escribir para el vencedor, porque el camino hasta el trofeo será todavía largo, pero el precipicio es seguro para quien quede apeado, ya que Europa es para ambos el único objetivo que les permite salvar la temporada, aunque el PSG se lleve la liga de su país.
El Real Madrid, alejado del liderato de la Liga Santander y eliminado de la Copa del Rey, solo vive colgado de esta competición, deseoso de resucitar esa llama particular que tiene con una competición que ha ganado más veces que nadie, incluidas las dos últimas ediciones.
El PSG se ha conjurado para lograr lo que en la capital francesa se presenta como una hazaña. Sin su máxima estrella, y pese a que cuenta con uno de los mejores planteles del mundo, se ha apuntado a la épica y no ha dejado de calentar el partido desde su derrota en la ida, con críticas duras al arbitraje.
Con Neymar lesionado en el PSG, los focos se han puesto en Ángel Di María, un exmadridista que atraviesa un gran momento de forma, que desde que comenzó 2018 sale a gol por partido y que ha logrado que la ausencia del brasileño no se note en el equipo.
Será el tercer componente de un tridente en el que también estarán el uruguayo Edinson Cavani y el francés Kylian Mbappé, pese a las molestias que arrastra en el tobillo.
Unai Emery no quiso desvelar nada de su once, en el que las dudas pasan por el centro de la defensa, donde los brasileños Thiago Silva y Marquinhos y el francés Presnel Kimpembe se repartirán dos puestos, y por el pivote del centro del campo, que después del mal partido de ida del argentino Giovani Lo Celso recaerá en un jugador más veterano, el ítalo-brasileño Thiago Motta o el francés Lass Diarra.
El Real Madrid, rey de Europa con 12 títulos, se resiste a encaminarse a un fin de ciclo y apela a su verdadera cara en su competición preferida para reconducir una temporada de irregularidad.
Único equipo que ha sido capaz de conquistar dos ediciones consecutivas de la Liga de Campeones, el Real Madrid encara un reto aún mayor en su búsqueda del tercero, amparado a la imagen de Cristiano Ronaldo.
Las dudas de Zinedine Zidane están en el centro del campo. Dos jugadores imprescindibles, como el croata Luka Modric y el alemán Toni Kroos, no llegan en las mejores condiciones, pues el desgaste del duelo de ida les pasó factura; también a Marcelo, que llega a tiempo al flanco izquierdo.