Uno de los programas con mayor relevancia es el de Mis Años Dorados (MAD), el cual fue creado con la finalidad de prestar servicios de atención integral a las personas mayores de 60 años en condición de pobreza y extrema pobreza.
En la actualidad cuenta con setenta y cinco centros de atención y se ha logrado crear el primero en modalidad de atención permanente, beneficiando a más de cuatro mil adultos mayores.
El programa tiene como finalidad respetar y promover sus derechos humanos, facilitándoles servicios de atención para mejorar sus condiciones y calidad de vida.
El servicio y acompañamiento no tiene ningún costo. Nuestra misión es beneficiar a la población más necesitada y contribuir a hacerse visibles y que puedan sentirse protegidos y valorados.
Para finalizar, me gustaría recordar el importante papel que tiene el adulto mayor en la sociedad. La vida de las personas adultas mayores no tiene por qué ser pasiva o carente de participación en distintos ámbitos. El tema debe ser una preocupación de todos, donde el conjunto de cambios individuales asociados al envejecimiento no impliquen una pérdida de oportunidades y mucho menos de sus derechos.
De nosotros depende que seamos empáticos con nuestros adultos mayores, que valoremos su experiencia de vida, quizás, con esta acción tan simple nuestras futuras generaciones ayudarán al cambio necesario en la sociedad para tener una mejor Guatemala.