La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo ayer que 900 millones de personas podrían padecer sordera en 2050, casi el doble que en la actualidad, e hizo un llamamiento a los gobiernos a tomar medidas para frenar este aumento.
Con motivo del Día Mundial de la Audición, que se celebrará el 3 de marzo, la OMS presentó una nueva campaña llamada Escucha el futuro, con la que quiere prevenir y advertir de los retos que se deben abordar en el campo de la audición en los próximos 30 años. Según la OMS, 466 millones de personas en el mundo sufren problemas auditivos al día de hoy, de los cuales 34 millones son niños, mientras que hace 5 años el número total de casos era de 360 millones.
La organización también calculó que en 2030 el número de afectados podría alcanzar los 630 millones. La responsable del Departamento de la Prevención de la Sordera de la OMS, Shelly Chadha, sostuvo en una rueda de prensa que uno de los principales factores que explican el aumento de casos es el envejecimiento de la población
Asimismo, la doctora señaló que la persistencia de determinadas infecciones, el uso de medicinas que dañan el oído y la exposición a fuertes sonidos también figuran entre los principales causantes de la pérdida de audición en el mundo. “Todas estas causas pueden ser prevenidas, pero necesitamos acciones urgentes y firmes por parte de los gobiernos”, dijo Chadha. Para abordar esta situación, la experta propuso fomentar medidas de prevención, a través de políticas de salud pública y garantizar el acceso a los servicios de diagnosis y tratamiento en todo el mundo.
Avances increíbles
“La tecnología y la medicina han conseguido avances increíbles en el campo de la audición, pero esto no significa nada si existen comunidades que no son capaces de identificar la pérdida de oído de un niño”, opinó Chadha.
El director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Discapacidad, Violencia y Prevención de Lesiones de la OMS, Etienne Krug, destacó que “una de cada diez personas podrían tener problemas auditivos en 2050 si no se empiezan a tomar medidas”, durante su visita a Ginebra, Suiza.