Los cuerpos de rescate intensificaron las labores para buscar a posibles sobrevivientes que estén entre los escombros de las edificaciones que se derrumbaron, tras el terremoto de magnitud 7.3 que se produjo el domingo en la zona fronteriza entre Irán e Irak.
El saldo del evento se elevó a 432 muertos y 7 mil 700 heridos, siendo la ciudad iraní de Sarpol-e Zahab, donde se produjo la mayor cantidad de decesos y daños, en momentos en que se avecina el invierno, en que la temperatura suele llegar a los cero grados centígrados.
A su vez, las autoridades distribuyen alimentos y frazadas para los afectados.