La operación anticorrupción lanzada por Arabia Saudita ha llevado a 201 personas a la cárcel, y puso al descubierto un fraude por US $100 mil millones (Q734 mil millones).
Príncipes, ministros y un hombre de negocios multimillonario figuran entre las personalidades detenidas o despedidas, en una redada decidida por una comisión anticorrupción presidida por el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, de 32 años.
La purga se produjo en un tenso contexto regional, con Arabia Saudita e Irán enfrentados por la guerra en Yemen, y una posible crisis política en Líbano tras la renuncia del primer ministro Saad Hariri, anunciada desde Riad.
Han sido interrogadas 208 personas, de las cuales 7 han quedado en libertad y sin cargos.
Las autoridades han congelado las cuentas bancarias de los acusados y avisado que los activos vinculados a presuntos casos de corrupción serán requisados como propiedades del Estado.
“La magnitud potencial de las prácticas de corrupción es muy grande”, añadió el despacho, el cual resalta que las investigaciones se han efectuado durante tres años. Los capturados serán juzgados ante un tribunal.
“A pesar de que los medios sauditas presentan estas medidas como una campaña contra la corrupción, las detenciones masivas sugieren que se trata más de una lucha por el poder”, dijo la oenegé Human Rights Watch (HRW). El príncipe Mohamed, hijo del rey Salmán, ya se considera el líder de facto de la monarquía saudita.