Los Astros de Houston despertaron sus bates en el segundo juego de la Serie Mundial de beisbol para derrotar reñidamente en 11 innings a los Dodgers de Los Ángeles (7-6), y viajaron a sus predios con mucha confianza y aspiraciones de coronarse.
La serie, al mejor de 7 encuentros, se traslada ahora a Houston, donde se llevarán a cabo los juegos 3, 4 y 5, con un duelo de picheo para el primero, hoy, entre el japonés Yu Darvish (Dodgers) y Lance McCullers (Astros).
“Fue un juego increíble en muchos niveles, con tantos rangos de emociones”, dijo el mánager de los Astros, A. J. Hinch, y agregó que demuestra que están preparados para luchar en casa.
Los Astros confían mucho en el poder de sus bates y en el dúo letal del venezolano Altuve, líder en promedio en ambas ligas en la temporada, y el boricua Correa, así como en el despertar del héroe del segundo partido, Springer, de 28 años, y quien hasta ahora tenía mala fama de no conectar en postemporada.
Por su parte, Springer aseguró que los Astros regresarían a Texas confiados de tomar control de la serie con 3 partidos en casa a partir de hoy (18:09).
El conjunto texano llegó a la Serie Mundial por primera vez desde 2005, cuando competía en la Liga Nacional, y en la que entonces cayeron ante los
Medias Blancas de Chicago.
Por su parte, los Dodgers llegaron al clásico de otoño luego de destronar por 4-1 en la serie por el campeonato de la Liga Nacional a los Cachorros de Chicago. Los Ángeles, AFP