El presidente catalán, Carles Puigdemont, descartó ayer convocar elecciones y frenar sus planes de independencia, lo que acerca una toma de control regional por parte del gobierno central, y el riesgo de fuertes protestas en esa comunidad española.
A su vez, el gobierno español de Mariano Rajoy empezó la defensa de la intervención de la autonomía para frenar la espiral independentista en la región de 7.5 millones de habitantes y con una quinta parte de la riqueza nacional. • AFP