La inusual visita del presidente Donald Trump al Capitolio para tender puentes con su partido derivó en un estallido en su contra, con un senador republicano que lo acusó de degradar a la nación y otro que lo consideró peligroso para la democracia.
La jornada debía estar marcada por la reunión del mandatario con la bancada de la mayoría oficial en el Senado: el gobernante iba al Legislativo por primera vez desde que asumió el cargo en busca de apoyo para aprobar antes de fin de año su reforma tributaria, que incluye recortes para corporaciones e individuos.
La atención se centró en un agrio intercambio de palabras del mandatario con el senador Bob Corker, quien respondió que el jefe de Estado no es digno de confianza y degrada al país.
Y más tarde, como si esta batalla verbal en tiempo real en la televisión y en las redes sociales no fuera suficiente, otro destacado senador republicano, Jeff Flake, anunció que no buscaría la reelección en las legislativas de noviembre de 2018, .
“El comportamiento imprudente, escandaloso e indigno se excusa diciendo que es así, cuando en realidad simplemente es imprudente, escandaloso e indigno. Cuando ese comportamiento emana de la cúspide de nuestro Gobierno, es otra cosa. Es peligroso para una democracia”, señaló Flake.