Un juez federal estadounidense suspendió el más reciente decreto del presidente Donald Trump sobre el ingreso de ciudadanos de Chad, Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen, pero mantuvo el bloqueo a funcionarios norcoreanos y venezolanos.
La medida debió entrar hoy en vigor y la suspensión de su implementación representa una nueva derrota a las tentativas de Trump de cumplir una controvertida promesa de campaña, de cerrar el país al ingreso de inmigrantes y refugiados musulmanes.
En un documento de 40 páginas, el magistrado dijo que el decreto del 25 de septiembre tiene el mismo mal que el anterior, o sea que no prueba que el ingreso en el país a 150 millones de personas, de seis naciones, sea un perjuicio para los intereses de Estados Unidos.
La reacción de la Casa Blanca fue inmediata, y apuntó que la decisión peligrosamente equivocada del juez Watson mina los esfuerzos del Presidente para mantener seguros a los estadounidenses, y añadió que el Departamento de Justicia defenderá vigorosamente la iniciativa del Ejecutivo.
En tanto, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles emitió un comunicado aplaudiendo la decisión del profesional del Derecho. • AFP