Las naciones que integran el llamado Grupo de Lima solicitaron ayer la urgente realización de una auditoría independiente de todo el proceso electoral venezolano.
En una declaración conjunta, los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú consideran que la medida debe efectuarse con el acompañamiento de observadores internacionales especializados y reconocidos.
El texto dice que se busca “aclarar la controversia generada sobre los resultados de la votación y conocer el verdadero pronunciamiento del pueblo”.
El oficialismo ganó 17 de las 23 gobernaciones en disputa; la última también se la atribuyó, pero el poder electoral aún no hizo el anuncio. Aunque tenía 20 antes de las elecciones del domingo, el gobierno de Nicolás Maduro considera el resultado como una gran victoria, pues los sondeos daban a la oposición como clara favorita.
El Grupo de Lima se creó en agosto, en la capital peruana, en un acto durante el cual sus integrantes condenaron la ruptura del orden democrático en Venezuela y desconocieron a la Asamblea Constituyente.
En ese contexto, la oposición rechazó juramentar ante la oficialista Asamblea Constituyente a su cinco gobernadores elegidos en los comicios regionales ganados por el oficialismo, cuyos resultados desconoce y son cuestionados por diversos países.
Maduro aseguró: “Nuestro pueblo le ha dado un mensaje brutal al imperialismo, a Trump, a sus aliados y a la derecha local”, dos días después de los comicios, desconocidos por la oposición y cuestionados por Estados Unidos y la Unión Europea.
“La estrategia del Gobierno es básica: lograr legitimidad nacional e internacional de la Asamblea Constituyente. La dirigencia opositora terminará por desconectarse abiertamente del electorado si va a esta instancia”, declaró el experto electoral Eugenio Martínez. Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis, dijo que los chavistas ganaron porque se unificaron mientras la oposición estaba “fracturada y desanimada”.