El Barcelona, líder, se enfrentará mañana al Atlético de Madrid (4) en el partido estelar de la jornada 8 del campeonato, mientras el Real Madrid (5) visitará al vecino Getafe (12), y el Sevilla (2), al complicado Athletic de Bilbao (13).
El equipo azulgrana jugará por primera vez en el Metropolitano rojiblanco, en un momento en que Cataluña sigue atravesando un momento delicado, aunque el Barsa no teme ningún recibimiento hostil más allá del deportivo.
“El Barcelona es el rival a batir, y cuando vamos a los campos lo que piensan es en ganarle a uno de los rivales más fuertes de la Liga, y creo que no va a condicionar (la situación política)”, dijo el miércoles el director general del club, Óscar Grau.
En las redes sociales, los propios aficionados colchoneros han llamado a dejar de lado la política y centrarse solo en el futbol, bajo el lema “nuestra bandera es larojiblanca”.
Pese a la situación en Cataluña, el Barcelona tiene claro que quiere seguir jugando en la Liga española y ganarla. Para ello, el club azulgrana tiene la ocasión de sumar otros 3 puntos frente al Atlético para seguir siendo líder destacado, cuando ahora está a 5 unidades de su más inmediato perseguidor, el Sevilla, y a 6 del tercero, el Valencia.
El Barsa contará frente a los de Diego Simeone con un Lionel Messi pletórico luego de asegurar el martes su plaza con Argentina en el Mundial Rusia 2018, aunque Ernesto Valverde sigue con la duda de Andrés Iniesta, quien se recupera de una elongación en el muslo izquierdo hace 2 semanas.
“La clave es que no se sientan cómodos. Y, aún así, te pueden hacer daño, porque por ejemplo han metido muchos goles de estrategia y tienen muchas variantes”, manifestó el miércoles el defensa Juanfran.
En el vecino Getafe, el Real Madrid intentará sumar una nueva victoria que lo acerque a los azulgranas, de los que lo separan siete puntos.
El técnico Zinedine Zidane no podrá contar con Keylor Navas, quien regresó lesionado de la concentración con su selección, uniéndose en la enfermería a Gareth Bale, Dani Carvajal y Mateo Kovacic.
Los blancos no pueden permitirse más tropiezos por su irregular comienzo de campeonato, si no quieren perder de vista a los equipos de cabeza.