El Gobierno cubano podía detener los ataques a nuestros diplomáticos, denunció el general John Kelly, jefe de Gabinete del presidente Donald Trump, en una conferencia de prensa.
Las agresiones, que inicialmente funcionarios estadounidenses sugirieron que podrían haberse llevado a cabo con algún tipo de dispositivo acústico encubierto, han afectado a no menos de 21 empleados de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
La Asociación Estadounidense del Servicio Exterior dijo que los afectados presentaron “daño traumático cerebral leve y pérdida de la audición, además de síntomas como desequilibrio, fuertes dolores de cabeza, dificultades cognitivas e inflamación cerebral”.
Como respuesta a esta situación, Estados Unidos ordenó la semana pasada la expulsión de 15 diplomáticos cubanos en
Washington.
Días antes había anunciado la reducción a la mitad del personal de su Embajada en La Habana, además de suspender la emisión de visas y emitir una alerta con recomendaciones a que los ciudadanos estadounidenses eviten viajar a Cuba.
La Habana, en tanto, descarta cualquier responsabilidad en los episodios y afirma que las pesquisas en curso no han arrojado evidencia de que esos “ataques” hayan realmente ocurrido. • AFP