El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, requirió al líder catalán Carles Puigdemont que aclare oficialmente si hubo declaración unilateral de independencia, el primer paso para una eventual suspensión de la autonomía de Cataluña.
Lo anterior se fundamenta en el Artículo 155” de la Constitución, el cual dice que, si una región “no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes (…), el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido (…) podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones”.
Rajoy, dio cinco días para que Puigdemont responda al requerimiento, que podría desembocar en una suspensión temporal de la autonomía de Cataluña, restaurada tras la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
El socialista Pedro Sánchez, líder de la oposición, anunció que había acordado con él abrir el debate sobre la reforma de la Constitución, precisando que permitiría hablar de “como Cataluña se queda en España, y no de cómo se va”. Además, Madrid ha recibido el apoyo de los gobiernos de Italia, Francia, Alemania, México y Colombia.
El sentimiento independentista en Cataluña había crecido exponencialmente desde la crisis económica mundial de 2008 y el recorte parcial en 2010 por parte del Tribunal Constitucional de un estatuto regional que le daba más autonomía a esa parte del país ibérico.