La Justicia intentó paralizar los planes secesionistas de los dirigentes catalanes, al suspender la sesión del lunes del Parlamento catalán en que podría declararse la independencia de la región, mientras la economía catalana lanzaba signos de temor a la ruptura.
Según los planes del Gobierno independentista de Carles Puigdemont, el Parlamento podía declarar la secesión en su primera reunión tras el referendo del domingo, y la primera ocasión era el próximo lunes. Pero parlamentarios del Partido Socialista de Cataluña le pidieron al alto tribunal suspender la sesión.
Efecto
La decisión del tribunal impide transitoriamente la sesión hasta que la Corte haya determinado de manera definitiva si es legal o no, y avisó de las consecuencias penales de desobedecer su resolución.
En el plano económico, el segundo banco catalán y quinto de España, el Banco de Sabadell, anunció que traslada su sede social fuera de Cataluña, donde nació en 1881, en la localidad que le da nombre, y llevaba afincado desde entonces.
Además, Barcelona, tren económico de la región y principal gancho turístico de Cataluña, una región que recibió 17 millones de visitantes en 2016, vio como las reservas de hoteles caían.
Antecedente
Los acontecimientos se precipitaron desde el domingo, con la consulta popular de independencia inconstitucional en el que no menos del 90 por ciento de los votantes, de acuerdo con el gobierno catalán, se pronunció a favor de la ruptura con España, con una participación de poco más del 42 por ciento. La preocupación por la peor crisis política de la era democrática en España se extiende.
Según los resultados de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, difundidos ayer, la situación en Cataluña inquieta ahora al 7.8 por ciento de los españoles, el triple que en el estudio anterior.
Por su parte, la agencia de calificación financiera Standard and Poor’s situó el miércoles la nota de Cataluña bajo vigilancia negativa.