La docencia es una profesión humanista que responde a la visión educativa planteada hoy en el mundo, como una de las prioridades de la Agenda Mundial de Desarrollo
Sostenible.
Los docentes se desempeñan en un ámbito que debe remodelarse y reconsiderarse continuamente a la luz de las nuevas exigencias y desafíos de la educación.
Pero, a la vez, su labor se centra en la relación diaria con las vidas de niños, niñas y jóvenes que manifiestan maneras de ser y de comportarse particulares, a quienes el docente va orientando con sabiduría y cariño.
Los desafíos que deben enfrentar en Guatemala son muy grandes y diversos.
En muchos casos, la situación de las escuelas del país es precaria: la infraestructura y los recursos no son apropiados para crear ambientes de aprendizaje dignos; la situación socioeconómica de los estudiantes afecta su permanencia en la escuela y su éxito escolar.
La complejidad de los fenómenos sociales permean la escuela ofreciendo nuevas e inusitadas problemáticas.
En estas circunstancias, son los docentes guatemaltecos quienes día a día consiguen llevar adelante el proceso educativo. Por eso el lema del Día Mundial de los Docentes este año plantea una necesidad impostergable: “Valoremos al docente, mejoremos su situación profesional”.
El trabajo complejo y fundamental que realizan los docentes merece una nueva mirada a través del reconocimiento familiar, comunitario y social, pero también en la revisión de las condiciones de la carrera docente.
Esta revisión tendría que generar una política de incentivos que estimule la labor profesional docente; sin dejar de lado los procesos necesarios de evaluación de desempeño y las posibilidades de capacitación y desarrollo constantes para que puedan responder a las expectativas de calidad en el aprendizaje de sus estudiantes.
El Día Mundial de los Docentes de este año marcará el 50 aniversario de la aprobación, en 1966, de la Recomendación Conjunta de la OIT y la UNESCO relativa a la condición del personal docente.
Será también el primero que se celebre en el marco de la nueva Agenda de Educación 2030, en la cual el ODS 4 promete “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos”.
Los docentes no solo son fundamentales para hacer realidad este objetivo, sino también son los principales agentes del derecho a la educación.