El presidente Donald Trump declaró a Puerto Rico como una zona de gran desastre, que le permite liberar fondos federales para atender la devastación que dejó el huracán María en ese territorio de 3.5 millones de habitantes.
En Nueva York, el mandatario manifestó que el lugar caribeño está absolutamente arrasado.
Para el servicio federal de emergencias FEMA, la declaración de emergencia pone un límite de US $5 millones (Q36.4 millones)a la ayuda, mientras la declaración de desastre carece de límite.
Los habitantes despertaron ayer en una isla destruida y sin energía eléctrica por el paso del ciclón que ayer tocó República Dominicana y las Bahamas.
La zona de Ocean Park, parte del área turística de San Juan, está completamente bajo agua. Residentes en los segundos niveles de sus casas contemplaban la inundación, mientras otros, en botes y kayaks, verificaban que sus vecinos estuvieran bien.
Actos delictivos
Tiendas del área han sido saqueadas y no se ha visto suficiente presencia policial, aunque la Gobernación ha informado de una decena de arrestos.
“No puedo creer que después de que hemos ayudado a la gente de otras islas luego del huracán Irma, ahora tenemos que lidiar con saqueos aquí”, dijo Álex García, uno de los residentes del área.
El tráfico en las zonas transitables estaba entorpecido por árboles, escombros y planchas de zinc que salieron volando con los vientos y que los propios civiles intentaban remover.
El Gobierno declaró toque de queda de 18:00 a 06:00 hora local, hasta el sábado.
Un hombre falleció en la localidad de Bayamón (norte) por el golpe que recibió de un tablón que salió volando, confirmó Yennifer Álvarez, portavoz de la casa de Gobierno.
“Esta es absolutamente la peor experiencia que hemos tenido con un huracán”, dijo Kim Neis, una estadounidense que ha vivido en la isla 30 años. “Ninguno de los anteriores fue tan intenso como este”., mencionó la norteamericana con lágrimas en los ojos.
Durante la noche, decenas de familias fueron rescatadas en un suburbio de la capital San Juan, informó la Gobernación.
El lago Levittown se desbordó y algunos habitantes del área perdieron los techos de sus viviendas y buscaron refugio.
Una residente de esta municipalidad, Toa Baja, publicó en las redes sociales un video que mostraba el agua llegando hasta el segundo piso de su edificio.
“Estamos pillados, Dios nos cuide, no podemos hacer nada”, dice la mujer sin identificarse, y luego agregó: “Mira cómo el agua se mete con las olas”.
Transmisiones
El gobernador, Ricardo Rosselló, había dicho la noche del miércoles que “hay mucho daño a las infraestructuras, el sistema de telecomunicaciones está parcialmente caído, la infraestructura de energía está completamente caída”.
El servicio eléctrico puertorriqueño ya había demostrado fragilidades con el paso del huracán Irma hace dos semanas y aún faltaba restablecer la electricidad a 50 mil propietarios.
“Nuestra vida como la conocíamos cambió”, dijo entre lágrimas la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruza, a un grupo de periodistas el miércoles.
El Gobierno de República Dominicana declaró alerta máxima y suspendió la jornada laboral de ayer y hoy.
Al despuntar el día, María estaba a unos 150 kilómetros al noroeste de Punta Cana, un balneario turístico a 200 kilómetros de la capital, Santo Domingo.