Desde ayer hay 180 delincuentes menos operando en las calles del país, ya que, por orden de juez, fueron capturados durante una serie de allanamientos ejecutados por la Policía Nacional Civil (PNC) y fiscales del Ministerio Público.
Esto es muestra de que las fuerzas de seguridad continúan asestando golpes a las bandas delictivas dedicadas a la extorsión de transportistas, comerciantes y personas particulares.
Para obtener ese resultado, las autoridades llevaron a cabo no menos de 300 allanamientos en 18 departamentos del país, lo cual implicó el despliegue de recurso humano y tecnológico.
Los operativos fueron supervisados por los máximos jefes del Ministerio de Gobernación y la PNC, quienes se hicieron presentes en el centro de comando de la Policía para verificar el desarrollo del trabajo.
Además, asistieron a un área de riesgo donde se cumplió parte de los allanamientos que permitieron la detención de integrantes de la Mara Salvatrucha y Barrio 18, agrupaciones criminales que le han hecho mucho daño a la ciudadanía.
Este tipo de acciones va encaminado a hacerle frente al delito con mayor incidencia en la sociedad: la extorsión, y es en seguimiento a los operativos que se intensificaron en 2016, cuando el Gobierno le declaró la guerra a esas bandas.
La lucha contra el crimen organizado no se limita en nuestro país, ya que junto a El Salvador y Honduras se conformó el año pasado una fuerza de tarea para poner cerco a las asociaciones delictivas, especialmente las maras y pandillas que operan en la región.
Por ello, también se han desarrollado operativos de manera simultánea en esos países vecinos, donde existen territorios copados por estas estructuras, según las autoridades.
De esta manera se está respondiendo a una de las demandas de la ciudadanía: mejorar la seguridad, que se vio agravada por no atenderla en años anteriores, al punto de volverse un mal crónico. Seguramente estas acciones positivas continuarán en aras del bienestar de la población.