La amenaza que supone el programa nuclear de Corea del Norte ha reabierto el debate sobre el despliegue de armas atómicas en Japón y Corea del Sur, una cuestión muy sensible en la región.
Tras el sexto ensayo nuclear, Shigeru Ishiba, exministro de Defensa y uno de los líderes del Partido Liberal Demócrata del primer ministro japonés, Shinzo Abe, volvió a poner sobre la mesa este polémico asunto.
Según Takehiko Yamamoto, de la Universidad Waseda de Tokio, “los políticos rebeldes utilizan las crecientes provocaciones para abrir este debate, argumentando que el ‘paraguas’ nuclear estadounidense no es lo bastante seguro, y pidiendo a Japón que se proteja a sí mismo”.
“El Gobierno actúa constantemente en el marco de los tres principios de no producir, no poseer y no autorizar armas nucleares. Nuestra posición no cambiará”, reiteró el ministro de Defensa, Itsunori Onodera.
“No podemos contar siempre con el paraguas nuclear de Estados Unidos”, afirma el periódico local Donga Ilbo. Robert Dujarric, director de estudios contemporáneos en la Universidad Temple en Tokio, asegura que el debate es puramente teórico, y difícilmente se hará realidad. “El hecho de que haya misiles y bombarderos estadounidenses en el archipiélago, frente a las costas de Corea del Norte colocados en submarinos, no cambia la ecuación”, aseguró el experto.