El Parlamento de Cataluña aprobó una ley para convocar el 1 de octubre a un referendo de secesión de España, que Madrid considera inconstitucional y que buscará impedir con todo su arsenal jurídico.
Tras una tensa sesión que se prolongó por 11 horas, la normativa fue aprobada con los 72 votos de la mayoría independentista de la cámara y 11 abstenciones.
Gran parte de la oposición, que denunció la ilegalidad de la votación, se ausentó, no sin que antes algunos de los diputados dejaran en sus escaños banderas de España y de Cataluña juntas.
Una vez aprobada la ley, los independentistas estallaron en aplausos y cantaron el himno regional. Ahora el Gobierno catalán debe firmar el decreto para convocar la consulta, ignorando también los autos judiciales que lo han prohibido.