Por: Pedro Bal Cumes
El convenio 169 de la OIT se debe entender que no es solo consulta, sino un instrumento integral de desarrollo indígena. En los años 90 inició la discusión del convenio, se creó una comisión Pro ratificación, en donde se generó un debate sobre su contenido, en su proceso de discusión y análisis entre los distintos sectores, sobre todo, en el más conservador que decía que ratificarlo era equivalente a crear privilegios jurídicos y que fraccionaria el país. Pues nada de eso paso, con la ratificación del Convenio en 1995 lejos de eso la comunidad indígena inició negociaciones con los gobiernos de turno y, producto de ello la creación de instituciones para promover el contenido de los derechos de los pueblos indígenas.
Se crea el Fondo de Desarrollo Indígena Fodigua, La Academia de las lenguas Mayas Almg, la Defensoría de la Mujer Indígena Demi y la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo Codisra entre otras. Se agregan otras entidades dentro de las instituciones públicas, algunas llamadas “ventanillas indígenas” y otras más trascendentales en el Congreso de la República, el Organismo Judicial y, la más joven, una Secretaría creada en el Ministerio Público.
¡Ahora bien¡ las entidades que están dentro del Estado deben mejorar su coordinación y la herramienta está actualmente en las manos de un Gabinete que ha sido creado para este fin, el cual debe hacer su mejor esfuerzo por gestar una Política Pública Nacional, inclusiva.
Cuando vemos alrededor, pensamos que ya no hay “Primavera Indígena” y que las coyunturas de los movimientos se han debilitado, lejos de ello han generado un pluralismo político, hay que verla más bien como una evolución del activismo hacia la institucionalidad pública.
Siempre las dudas surgen de la temporalidad de la función pública y los períodos políticos para lograr resultados; sin embargo hay un respaldo político inerte de población, solo que ahora es más diverso, es decir, hay más criterios pero siempre el enfoque es la búsqueda de una ruta para el desarrollo integral de los Pueblos Indígenas.