La construcción del primer satélite costarricense, que servirá para medir la retención de carbono en los bosques del país, entró en una fase decisiva antes de su ensamblaje y lanzamiento el próximo año.
Los científicos a cargo del proyecto trabajan en la programación y verificación de los sistemas del satélite y el equipo terrestre, antes de ir a ensamblaje en septiembre próximo.
“Este es el inicio de un proceso histórico para nuestro país y para Centroamérica, estamos colocándonos como los pioneros en la región en la elaboración de un satélite 100 por ciento centroamericano, que abrirá paso a futuros proyectos e investigaciones”, dijo Carlos Alvarado, presidente de la Asociación Centroamericana de Aeronáutica y el Espacio (ACAE).
El satélite y el equipo terrestre que lo complementa conforman el Proyecto Irazú, a cargo de ACAE y del Instituto Tecnológico de Costa Rica, el cual servirá para medir la capacidad de los bosques del país centroamericano de captar carbono.
Los componentes fueron adquiridos con apoyo de diversas empresas y una campaña de recolección de fondos, en la que contribuyeron no menos de 800 personas, según la ACAE.
Una vez concluida la fase de pruebas, el satélite será ensamblado y cubierto por una carcasa de aluminio, con lo cual será enviado a Japón para su lanzamiento en 2018, gracias a un convenio con el Instituto Tecnológico de Kyushu, indicaron los responsables del proyecto.