Tras un siglo de espera, la paciencia de los aficionados fue recompensada la mañana del lunes: el eclipse total de Sol oscureció en pleno día la costa oeste de Estados Unidos, para desplazarse paulatinamente hacia el este.
Mientras que otras regiones del país de las franjas y las estrellas, así como en Guatemala, México, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Brasil tuvieron la oportunidad de ver un fenómeno parcial.
A las 17:16 GMT (11:16 hora de Guatemala) hubo un grito de entusiasmo y aplausos cuando nuestro satélite se interpuso delante del astro rey, en un inusual eclipse total que cruzó de costa a costa en la Tierra del Tío Sam.
El fenómeno fue visible en una franja de territorio de 113 kilómetros de ancho, de oeste a este, que cruzó 14 estados.
En Los Ángeles, una multitud acudió al Observatorio Griffith, que corona las colinas cercanas a la ciudad. Otros fabricaron sus propios proyectores de agujeros de cartón y cinta adhesiva.
En México, donde hubo un eclipse parcial, los amantes de la astronomía instalaron telescopios equipados con filtros solares especiales en parques y plazas de diversas ciudades. El fenómeno comenzó a verse a las 12:02 (11:02 en Guatemala), hasta 2 horas y 36 minutos después.
“El comienzo repentino del crepúsculo fue tan surrealista y tan electrizante”, recordó Fred Espenak, astrofísico que trabajó para la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio sobre el primer eclipse total que presenció en Estados Unidos en 1970.
Como era de esperarse, no faltaron los presagios sobre el encuentro de los dos astros, los cuales han sido desvirtuados por la comunidad científica.
El próximo eclipse total de Sol se producirá en menos de siete años, el 8 de abril de 2024, y se apreciará en Estados Unidos y México, y será parcial en los países de Centroamérica.