El búlgaro Grigor Dimitrov se coronó ayer nuevo rey del Masters 1000 de Cincinnati, después de ganar en la final al australiano Nick Kyrgios, por 6-3 y 7-5.
Dimitrov, 11 mundial, logró a los 26 años el título más importante de su carrera, el séptimo en total en su palmarés, a solo 8 días del comienzo del Abierto de Estados Unidos, que se disputará del 28 de agosto al 10 de septiembre en Nueva York.
Dimitrov se alzó con su tercer trofeo de la temporada al no ceder ni un solo set para llevarse un premio de 954 mil 225 dólares (Q6.9 millones), el mayor en su vida profesional.
La victoria lo sitúa, además, entre los favoritos al US Open.
“Significa mucho para mí”, dijo Dimitrov. “Estoy bastante seguro después de esta victoria”, complementó el búlgaro.