La Policía Nacional Civil contribuye al combate en el área del trasiego de armamento ilícito demostrando habilidades que ha desarrollado durante los últimos años en los ámbitos de la investigación criminal y de despliegue, por mencionar solo dos.
El incremento en las incautaciones de artefactos bélicos al margen de la ley ha incidido, sin duda, en la baja del número de homicidios en el país, gracias, entre otros aspectos, a la identificación de las rutas de trasiego y de los departamentos con mayor incidencia.
El compromiso nacional con la erradicación de los pertrechos se evidencia en la participación efectiva de las fuerzas de seguridad en acciones como el Operativo Regional contra Armas, que se ejecuta por sexta ocasión simultáneamente en países de Centroamérica, Colombia y República Dominicana, desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre.
Hasta la fecha, los efectivos policiales de la Tierra del Quetzal han decomisado 336 artefactos y 2 mil 902 municiones de diferentes calibres, en por lo menos 100 puestos de registro y 25 allanamientos.
De acuerdo con datos oficiales, en estas acciones se detuvo a 269 personas, de esa cifra 26 tenían una alerta roja para su arresto y 21 eran prófugos de alta peligrosidad.
La implicación de la PNC es amplia. Participan 5 mil oficiales de al menos 5 unidades: Dirección de Investigación y Desactivación de Explosivos, División de Investigación Policial, Subdirección General de Análisis e Información Antinarcótica y la División del Programa Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas, así como de la Organización Internacional de Policía Criminal, conocida como Interpol.
El esfuerzo nacional sostenido ha tenido resultados trascendentes, pues entre 2011 y 2016 se han sacado de circulación 27 mil 618 armas, la mayor cantidad entre las naciones del Istmo para ese período, que de otra forma habrían sido suministradas al narcotráfico, a las pandillas y a otras manifestaciones delincuenciales transnacionales.
De esta manera, Guatemala avanza en el control de uno de los factores que inciden directamente en la cantidad y gravedad de los crímenes que se cometen dentro y fuera de sus fronteras, y se presenta como un vecino responsable con otros Estados que también se ven afectados por la violencia.
