Elvis Presley, leyenda estadounidense que transformó la cultura popular y vendió no menos de mil millones de discos, es idealizado más que nunca. Hoy, cuando se cumplen 40 años de su muerte, Graceland, su mansión en Memphis, Tennessee, será el sitio de peregrinación de miles de fanáticos.
Pionero
“Es la única persona de la época moderna que es reconocida al instante por su nombre de pila en todo el mundo. Dices Elvis en Pekín, Nicaragua, Estonia o Fiyi y todos saben de quién hablas”, afirmó el autor Ted Harrison. El Rey del rock and roll es considerado el artista con mayores ventas de todos los tiempos; y en 2016, Forbes lo ubicó en el cuarto puesto de las celebridades fallecidas con más ingresos, con US $27 millones (Q196 millones).
Su voz y estilo únicos combinaron R&B, blues, country, góspel y música negra; y desafiaron así las barreras sociales y raciales de su tiempo. Mientras que, su característico movimiento de caderas al bailar lo hizo acreedor del apodo de Elvis La Pelvis. Presley se convirtió en la fantasía de millones de mujeres y en fuente de inspiración para todos los que llegaron después, desde The Beatles hasta Bruno Mars.
Santuario
En los 60, Leonard Bernstein lo llamó “la mayor fuerza cultural del siglo XX”. Por eso, no menos de 20 millones de personas han visitado Graceland, su hogar durante dos décadas, desde que Priscilla, su exesposa, lo abrió al público en 1982.
Miles de peregrinos llegan cada día a la tumba del Rey, ubicada en el Meditation Garden, de la mansión. A veces en silencio o aguantando las lágrimas, todos se toman un momento para reflexionar, hacerse una foto o rezar. “Él es un regalo de Dios para todos nosotros”, expresó Lisa Bseiso, una catarí de 36 años que visitó el recinto por primera vez en 2014.