Todos los progresos en las condiciones de vida de un país causan alegrías a su población. Si estos son impulsados con acciones conjuntas de diferentes sectores y coordinadas por el Gobierno, originan satisfacción; y si además se logra incidir en la existencia de las nuevas generaciones, las intervenciones refuerzan también la esperanza y el compromiso para lograr un futuro mejor.
Es el caso de los alcances que se reportan de la lucha contra la desnutrición aguda y crónica, gracias a iniciativas sinérgicas establecidas en función de atender una de las prioridades fijadas por la administración del presidente Jimmy Morales.
De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, hasta la primera semana de julio se reportaron este año 19 por ciento menos casos de niños con desnutrición aguda. El año pasado, durante los primeros 7 meses fueron atendidos 7 mil 913 menores, y durante el presente, 6 mil 669.
También se ha observado con satisfacción que los decesos por ese padecimiento bajaron de 41 a 28, durante el período mencionado.
Estos son indicadores de progreso se han logrado por medio de actividades multisectoriales e interinstitucionales efectivas. En el lado del Gobierno, por lo menos tres ministerios se han implicado decididamente en la reducción de los problemas de nutrición en la infancia: Educación, Salud Pública y Asistencia Social, y Agricultura Ganadería y Alimentación.
La segunda cartera, específicamente, instaló un sistema de 17 Centros de Recuperación Nutricional, en 17 departamentos, y las autoridades anuncian que el Modelo Incluyente en Salud, en proceso de implementación, fortalecerá la identificación de casos de malnutrición severa.
El sistema salubrista mejor territorializado asegura que la cobertura, capacidad y control se optimizarán con la integración, próximamente, de 4 mil auxiliares médicos.
Pero el flagelo persiste y debe ser erradicado, por lo que las evaluaciones y estudio de resultados son valiosos para potenciar las medidas efectivas y corregir las inoperantes, para enfrentar este desafío histórico que refleja problemas estructurales, que claman un esfuerzo de nación.