Algo acomplejado por la exuberancia mostrada por Mercedes, líder en el campeonato de constructores, en las últimas carreras, Ferrari quiere utilizar el Gran Premio de Hungría, que se celebra el domingo, para encarar la pausa estival con las mejores garantías.
Estrecho y sinuoso, el trazado de Hungaroring se presenta, a priori como el escenario ideal para cortar la hemorragia que afecta a la escudería italiana desde hace cuatro pruebas. En un circuito donde adelantar es particularmente difícil, todo se decidirá, quizá, en la ronda de clasificación.
Pese al nuevo reglamento técnico que entró en vigor esta temporada, los monoplazas de Mercedes continúan siendo los más rápidos en el apartado de velocidad pura, como demuestran los 8 podios logrados en los 10 grandes premios que se han disputado hasta el momento.
Desde finales de mayo, la ventaja de Mercedes con respecto al resto ha sido de al menos 4 décimas.
“El sábado sufrimos demasiado, lo que provoca que comencemos en posiciones más retrasadas la carrera del domingo”, indicó Sebastian Vettel, todavía líder del Mundial, aunque solo un punto arriba de Lewis Hamilton (177 por 176).