Una sugerencia puntual hacia el mundo de las letras y la narrativa.
Stupid and Contagious. Caprice Crane.
Heaven Albright se considera una chica previsora. Para lo único que no estaba lista era para que la despidieran de su trabajo como relacionista pública, y acabar de mesera ansiosa por escupir en la ensalada de sus clientes. La vida no es más fácil para Brady Gilbert, un productor musical sin bandas que administrar, cuyas esperanzas están puestas en una receta que espera lo convierta en millonario.
La pluma de Caprice Crane hará que Heaven y Brady se conviertan en vecinos en la isla de Manhattan. Aunque al principio no parecen sentir mucha simpatía el uno por el otro, pronto nacerá una curiosa amistad. Juntos irán en busca de recuperar sus sueños y, tal vez, el amor verdadero.
Vivir en el maldito trópico. David Unger.
El 6 de diciembre de 1981, en medio de un despertar doloroso, el que le ofrece el hospital en el cual se encuentra bajo arresto domiciliario, Marcos comienza a narrar su historia. En su detallado relato es fácil imaginar escenarios, como el Cine Lux, el Centro Histórico, o los hoteles de la avenida Reforma, pero también ponerle rostro a personajes provenientes de Quiché, Zacapa o Quetzaltenango. Más importante aún, el lector se topa con situaciones totalmente reconocibles.
David Unger escribe la historia de una familia judía y, a la vez, la de muchos guatemaltecos. En su novela no son los malos ni los buenos, sino los antihéroes, imperfectos y vulnerables, quienes dan una mirada realista a la sociedad que pertenecen.