La comunicación es importante para avanzar los intereses nacionales.
Históricamente la “diplomacia” se ha entendido como la conducción de las relaciones oficiales, principalmente bilaterales, entre estados soberanos. Sin embargo, las prácticas diplomáticas, especialmente a partir del siglo XX, se han ampliado y abarcan hoy cumbres, conferencias internacionales y diplomacia parlamentaria, etcétera. Así, la diplomacia clásica se ha enriquecido con la globalización en los últimos años.
Hoy en día escuchamos hablar no solo de la diplomacia clásica, sino de diplomacia cultural, diplomacia militar y diplomacia parlamentaria, inter alias, que no son más que complementos de la diplomacia gubernamental.
En lo tocante a la diplomacia parlamentaria, hoy conocemos de la existencia de muchas asambleas, entre ellas: a) el organismo mundial de parlamentos nacionales, denominado Unión Interparlamentaria (UIP) con sede en Suiza; b) el Parlamento Latinoamericano (Parlatino); c) la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (diferente al Parlamento Europeo); d) el Foro Parlamentario Asia-Pacífico; e) Confederación Parlamentaria de las Américas; f) y dentro de los parlamentos regionales americanos, encontramos el Parlamento Indígena; el Parlamento Amazónico; el Parlamento Andino; y por supuesto, el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Pero, ¿cómo diferenciamos la diplomacia clásica de la parlamentaria? ¿Cuál es la utilidad de ambas? ¿Cómo se complementan? Muy fácil: la diplomacia clásica involucra mayormente al Poder Ejecutivo y tiene que ver con el manejo de las relaciones de un gobierno con el mundo exterior; estas son dirigidas, siguiendo normativas jurídicas, por un Ministerio de Relaciones Exteriores y el servicio exterior de ese país. La diplomacia parlamentaria se relaciona con el Poder Legislativo y se desarrolla frente a muchos países simultáneamente y gran parte de sus iniciativas se llevan a cabo paralelamente con los ministerios de Estado, de ahí que se formen distintas comisiones, como la de Relaciones Exteriores, la del Migrante, la de Economía y Comercio Exterior y también Grupos de Amistad con diferentes países, etcétera. Esta comunicación entre organismos del Estado es de vital importancia para avanzar los intereses nacionales.
El objetivo de la diplomacia parlamentaria es vincularse con los parlamentos del mundo e intercambiar información legislativa de interés mundial. Los parlamentarios son actores muy importantes en el escenario nacional e internacional porque su trabajo de cabildeo y negociación se traduce a posteriori en propuestas legislativas y formulación de leyes; el rol de los parlamentos en la política exterior varía, dependiendo de las particularidades del país y de su posición en la arena internacional.