De acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud, la mortalidad materna infantil en Guatemala ha presentado una reducción, ya que de 1990 a 2015 se pasó de 205 a 88 mujeres fallecidas durante el embarazo, parto y puerperio, por 100 mil nacidos vivos.
Este dato refleja que existen esfuerzos para bajar el índice de esos decesos, que, en su mayoría, ocurren en el área rural, donde los servicios de salud aún son escasos, porque los proyectos no han llegado a tiempo a esas regiones.
Es alentador saber que ya no mueren muchas madres y que el trabajo de la red salubrista para salvarlas ha rendido frutos, pero se reconoce que todavía falta mucho por hacer y que esa tendencia debe continuar a la baja.
Por ello, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social sigue en la línea de los esfuerzos encaminados a atender de manera integral, oportuna y adecuada a las madres y a sus recién nacidos.
La faena se apoya en las 5 maternidades cantonales, 3 en el Área Guatemala Central: El Amparo, zona 7; zona 13; Santa Elena III, zona 18; 1 en Puerto San José e igual número en Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla.
En esas unidades se atienden nacimientos normales, que no presentan algún riesgo, y los alumbramientos complicados se refieren a los hospitales nacionales de la capital, departamentales o regionales.
También existen 10 Centros de Atención Integral Materno-Infantil (CAIMI) en diferentes departamentos, con capacidad para auxiliar a las mamás que requieren de cesárea. Las maternidades cantonales y los CAIMI atendieron 34 mil 939 consultas y 404 partos el año pasado, además de 8 mil 392 exámenes de laboratorio. En lo que va del año van 9 mil 706 citas médicas y 123 alumbramientos.
Es preciso continuar el fortalecimiento de estas instancias de servicio para las guatemaltecas en estado de gestación, especialmente las del área rural, que durante mucho tiempo estuvieron abandonadas, y así reducir más los números de mortalidad materna infantil.
El viceministro de Salud, Adrián Chávez, dijo que, además de mejorar la cobertura, se debe optimizar la calidad y buscar solución a los problemas que impiden que las pacientes sean atendidas en los centros locales.