En barco desde el Reino Unido hasta Guatemala llegó un bus inglés modelo 1975. Una vez en tierra, comenzó la misión de convertir su estilo rústico en una atracción única, acogedora y llena de sabor. A cargo de pilotar este nuevo proyecto de Saúl, ubicado en Distrito Moda de Paseo Cayalá, zona 16, se encuentra Alejandro Mora, cuya trayectoria con la marca se inició hace cuatro años en el área de atención al cliente.
¿Cuál es el concepto del Bus Inglés?
Nuestra idea es ser un espacio totalmente exprés, pero a la vez brindar una atención personalizada. Se trata de un lugar en el que los comensales pueden disfrutar de sabores, comodidad y una vista ideal para tomar fotos.
¿Qué lo diferencia de otros espacios?
El servicio es la clave y debe hacerse bien para que el cliente se sienta como si estuviera en casa. Les ofrecemos la ruta a una experiencia a la que no están acostumbrados. Cuando las personas vienen a conocernos se dan cuenta de lo que somos capaces de darles y enseñarles. De alguna manera tratamos de abrazarlos con la calidad y que les queden ganas de volver.
Respecto al servicio, ¿podría compartirnos alguna vivencia?
Una vez conocí a una señora que tenía una opinión negativa de nuestro servicio, debido a una mala experiencia. Todos decían que era enojada y por eso me sugerían tener cuidado al atenderla. Sin embargo, lo hice con amabilidad y delicadeza, y esto provocó, no solo que me agradeciera el esmero, sino que cambiara su actitud rotundamente.
¿Cuál ha sido su mayor reto?
Definitivamente este nuevo proyecto. Al ser coordinador de este espacio aprendo muchas cosas, pues no es lo mismo tener el conocimiento que ponerlo en práctica. Aunque, también es muy importante porque representa algo que siempre quise. Mi idea es continuar, y si caigo me levantaré.
¿Qué platillos nos recomendaría?
Las crepas dulces son deliciosas y una de las variantes que ofrece el Bus Inglés es La Cebra. En esta, el cliente decide los siete ingredientes que llevará.
